Los metadatos contenidos en los archivos son
susceptibles de revelar información clave que podría poner en jaque nuestra
seguridad. Te enseñamos las claves para impedirlo.
Nivel Básico
Podemos definir los metadatos como un conjunto
de datos que definen o caracterizan la información a la que se encuentran
asociados; en definitiva, datos que describen otros datos. Ciertamente
enriquecen la información de los ficheros a los que se asocian, de tal manera
que hacen mucho más completa la interpretación que lleva a cabo el sistema
sobre estos, al mismo tiempo que ayudan a su recuperación.
Pero no todo son ventajas, y si no, que se lo digan a
Tony Blair. En febrero del año 2003, su gabinete publicó un documento en
Internet acerca de la infraestructura militar de Irak. El formato del fichero
era de Word y a alguien le faltó tiempo para investigar minuciosamente
los metadatos asociados. Se pudo comprobar que el archivo había sido
manipulado, así como quiénes lo habían hecho, en qué fecha, desde qué equipo,
etc. Lo anterior, que no deja de ser una anécdota, puede evitarse fácilmente
siguiendo los consejos que aquí te proponemos.
1. Cómo ver los metadatos desde
Windows
El proceso para ver la información adicional que
acompaña a los ficheros desde Windows no podía ser más simple: solamente hemos
de hacer clic con el botón derecho del ratón sobre el archivo en
cuestión, elegir la opción Propiedades y dirigirnos a la pestaña Detalles.
En ella, contemplaremos de forma organizada todos los datos que acompañan al
fichero, y que van con él allá donde quiera que vaya.
2. Utiliza la Foca Online
La compañía Informática 64, empresa
especializada en el campo de la seguridad informática y que cuenta en sus filas
con algunos de los más prestigiosos hackers a escala nacional, como el conocido
Chema Alonso, pone a nuestra disposición su servicio Foca
Online. Con él, podemos examinar fácilmente un fichero de nuestro
equipo en busca de metadatos, siempre que tenga cualquiera de las extensiones
admitidas (listadas en la home de la página web).
Asimismo, es posible descargar la versión de
escritorio, que nos será muy útil para ficheros que tengan un tamaño más
elevado, desde
la web, introduciendo nuestro e-mail en la parte inferior y pulsando
Enviar. Además, contamos con la garantía de que el servicio es totalmente
seguro, pues no almacena ninguna información sobre los archivos analizados.
3. Fotografías con coordenadas
Quizás este sea uno de los casos más delicados. Muchas
cámaras fotográficas asocian a las imágenes almacenadas en la memoria
las coordenadas del lugar en el que fueron tomadas (altitud, latitud,
longitud), así como otros datos muy comunes, tales como el programa con el que
fue capturada en el equipo la fotografía (por ejemplo, Aperture de Apple), la
fecha, multitud de información sobre la propia cámara (fabricante,
modelo exacto, modo de flash), etc.
Sin duda, de entre toda la documentación que podría
recopilarse, la más peligrosa es la que hace referencia a las coordenadas. Si
alguien es capaz de conseguir una fotografía que hayamos tomado de nuestra casa
y en la que aparezcan estos datos puede descubrir dónde vivimos con suma
facilidad.
4. Documentos ofimáticos y PDF
Ejemplos similares encontramos en documentos
ofimáticos y ficheros en PDF. ¿Eres un defensor a ultranza del software
libre, pero utilizas Office en la intimidad de tu casa? Pues pueden
pillarte fácilmente. Es posible que si eres una empresa dedicada al diseño
gráfico a tu competencia le interese saber con qué programa has hecho una
creatividad que ha sido guardada, por ejemplo, en PDF.
Y es que los documentos ofimáticos, ya estén hechos
sobre OpenOffice o Microsoft Office, y los archivos PDF también son capaces de
almacenar información que a más de un tercero pueda resultar interesar, como el
nombre del usuario; con qué programa, en qué fecha se creó y en cuál se
modificó; con qué impresora se imprimió…. Pero lo peor de todo es que
pueden llegar a figurar otros datos como cuentas de correo electrónico,
sentencias SQL, direcciones IP e incluso conexiones a bases de datos. Es
por ello que conviene eliminar dicha información y dejar el documento «limpio».
En la imagen adjunta, podemos ver los resultados de análisis de un fichero PDF
con el servicio de la Foca Online.
Limpia bien cualquier rastro
5. Descarga BatchPurifier
Para
limpiar la información adjunta a cualquier fichero, hemos elegido la aplicación
BatchPurifier,
la cual, pese a ser de pago, soporta multitud de formatos y nos permite,
mediante su asistente, eliminar fácilmente medatatos de los ficheros
soportados.
Es
muy sencillo hacernos con dicho software entrando en la web de la aplicación,
desde la que descargar una versión
de prueba pinchando en Download, que únicamente elimina
metadatos de imágenes JPEG, o elegir Purchase y comprar la aplicación por 19 $.
En
principio, el programa nos va a brindar la oportunidad de eliminar metadatos de
archivos en directorios con subdirectorios de una pasada, hacer una limpieza
más profunda que la manual, limpiar todos los archivos de un ZIP… Ahora bien,
todo ello, lo podremos hacer manualmente y ahorrar los 19 dólares.
6. Añade ficheros y carpetas
Una
vez hemos instalado la aplicación en el sistema, procedemos a iniciarla.
Enseguida es posible añadir los ficheros deseados o las carpetas que los
contienen. También podemos eliminarlos si nos hemos equivocado al añadir alguno.
Dos
opciones muy interesantes que nos ofrece el programa son la posibilidad de
incluir subcarpetas y procesar el contenido de los ZIP. Con lo primero
conseguimos que, por ejemplo, dada una carpeta de imágenes, con sus
correspondientes subcarpetas, puedan eliminarse de una pasada los metadatos de todas las
imágenes almacenadas. Con lo segundo lo que hacemos es que se procesen los
ficheros contenidos en un ZIP de tal forma que se eliminen los metadatos
incluidos y se genere un ZIP equivalente pero sin dicha información. A
continuación, hacemos clic en Next para pasar a la siguiente pantalla.
7. Qué metadatos se van a eliminar
Es
el momento de elegir qué metadatos eliminar de los ficheros, pues puede que no
queramos borrarlos todos, sino solo parte de ellos. En el caso de la edición
gratuita, únicamente podremos elegir los de las imágenes JPEG. Hacemos clic en
Next. A continuación, especificamos una carpeta
de salida con Browse o bien decidimos que se sobrescriban los
ficheros originales optando por Overwrite original files.
Pinchando
en Finish, veremos un resumen de los archivos que han sido «purificados».
Podemos repetir el proceso con otros ficheros eligiendo New Batch Purification,
en la zona inferior derecha.
8. Suprímelos a mano
Seguimos
las mismas directrices que en el paso 1, es decir, hacemos clic con el botón
derecho del ratón sobre un fichero, elegimos Propiedades y seguidamente nos movemos a
la pestaña Detalles. Desde ahí, podremos eliminar
toda la información asociada al fichero sin más que hacer clic
en Quitar propiedades e
información personal. Disponemos de dos opciones: crear una
copia del fichero con todas las propiedades eliminadas o seleccionar qué
detalles eliminar marcándolos. Para ganar en rapidez, si queremos eliminar
metadatos de varios ficheros simultáneamente, simplemente los seleccionamos y
seguimos el proceso detallado.
Ficha técnica BatchPurifier
- Características:La aplicación BatchPurifier reúne lo mejor de muchas pequeñas aplicaciones, permitiéndonos eliminar con un solo programa los metadatos de multitud de formatos, entre los que nos encontramos con 20 sumamente conocidos: Office, OpenOffice, PDF, JPEG, PNG, SVG, AVI o MP3, entre otros
- Contacto: Digital Confidence
- Lo mejor: Su funcionamiento es sencillo y sus resultados excelentes. No tener que recurrir a distintas aplicaciones. Mejores resultados que haciéndolo desde el sistema operativo. Procesado de ficheros ZIP
- Lo peor: La compra del programa solamente estaría justificada si realmente pasas una parte importante de tu tiempo eliminando metadatos o si precisas de una limpieza muy óptima
- Valoración: 8,5
- Calidad/Precio: 7,0
- Precio: 19 $
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