Microsoft quiere dejar espacio para favorecer la implantación de Windows 8 y evitar que Windows 7 pueda convertirse en un nuevo Windows XP. Por ello dejará de suministrar a los fabricantes de equipos copias de Windows 7 el 31 de octubre de este año.
Lo dicho supone que a partir del 31 de octubre de este año 2014 los fabricantes de equipos, también conocidos como OEMs, ya no recibirán nuevas copias de Windows 7 en sus versiones Home Basic, Home Premium y Ultimate, con todo lo que ello conlleva, aunque parece que la versión Professional todavía se mantendrán un poco más.
Así, con el soporte extendido las actualizaciones para Windows 7 se centrarán en seguridad y corrección de errores, siendo su duración total de cinco años, lo que significa que llegará hasta 2020.
Fuente: muycomputer
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