A día de
hoy, pensamos en WiFi como sinónimo de conexión inalámbrica, sin embargo, la
tecnología PLC, siglas de Power Line Communications, reduce también el cableado
de nuestro hogar. Analizamos seis dispositivos para acceder a Internet a través
de la red eléctrica.
La
desaparición de los cables en nuestros equipos no es algo nuevo, las compañías
llevan ofreciéndonos productos para aligerar los entramados de conexiones de
nuestros escritorios desde hace mucho. Las conexiones PLC, siglas de Power
Line Communications, se crearon como una alternativa a los cables
Ethernet de toda la vida, a pesar de no eliminar el cableado al 100%, sí lo
reducirán y, sobre todo, nos evitarán la necesidad de realizar costosas
instalaciones al utilizar una infraestructura ya existente en todos nuestros
hogares: la red eléctrica.
Transmisión
de datos a través de la red eléctrica
El objetivo
de la tecnología PLC es convertir una línea eléctrica en una línea de
datos. En realidad, ambas van a poder convivir; no perderemos la eléctrica por
el hecho de crear una red PowerLine. Esto es posible debido a que las
frecuencias son muy diferentes. La primera siempre viaja a 50Hz y 220V,
circunstancia que aprovechan los dispositivos PLC para transmitir a una
frecuencia muy superior, dándole un nuevo uso al espectro que queda libre.
El estándar
más utilizado es el llamado HomePlug, propuesto por la HomePlug
Powerline Alliance, el cual en su versión 1.0 ofrecía una
velocidad entre los 14 Mbps de los primeros dispositivos a los 85 Mbps de la
versión turbo. Con el objetivo de lidiar con las nuevas tecnologías, que cada
vez demandan un mayor ancho de banda, como son la Voz sobre IP o la retransmisión
de vídeo en HD, se creó la versión más actual, la HomePlug AV, que,
en teoría, permite alcanzar el máximo de velocidad que la red pueda soportar.
De este modo, podemos encontrar adaptadores desde los 200 Mbps a incluso 1
Gbps. Pero las mejoras no fueron solo de velocidad, se introdujo la
obligatoriedad de emitir los datos encriptados con una clave de 128 bits AES,
blindando así nuestra información.
Según estas
especificaciones, la compatibilidad entre los distintos estándares es opcional.
En la práctica, resulta prácticamente nula, debido en gran medida a los nuevos
requisitos de encriptación y a que, en caso de existir ésta, al no haber
unanimidad, cada fabricante optaba por un algoritmo de cifrado diferente.
Los primeros
intentos
La idea de
transmitir información a través de la red eléctrica no es nueva, ni mucho
menos. En España, empezamos a saber de ella en el año 2003, cuando Iberdrola
comenzó la comercialización en Madrid y Valencia de un servicio de conexión a
Internet a través de la red eléctrica. La tecnología resultaba prometedora y
las ofertas competitivas. Si residíamos en alguna de las áreas con cobertura,
podíamos optar a una conexión de 600 Kbps a un precio de 39 euros. El negocio
parecía redondo para las compañías eléctricas, que ya disponían de una inmensa
infraestructura a través de la cual ofrecer este nuevo servicio, con el que
podían introducirse en el mercado de las compañías de telecomunicaciones.
Sin embargo,
comenzaron a aparecer los problemas. Existe una inmensa cantidad de factores
que pueden influir en la calidad de la señal que llega a nuestros domicilios:
interferencias, número de conexiones intermedias dentro del cuarto de
contadores, contadores eléctricos, distribución eléctrica de la vivienda,
varios equipos electrónicos conectados al mismo enchufe, instalaciones
deterioradas o problemas derivados de la topología de la red.
Aunque quizá
el abaratamiento y popularización del ADSL fue lo que dio la puntilla
para que, finalmente, en 2007 Iberdrola decidiera poner fin a este servicio,
del mismo modo que ya habían hecho anteriormente la mayoría de sus
competidores.
Un sector
que se alzó en pie de guerra contra el PLC fue el de los radioaficionados.
Resulta que las frecuencias utilizadas, entre 1 y 30 MHz, coincidían con las
asignadas por la CNAF (Cuadro
Nacional de Atribución de Frecuencias) para diversos tipos de transmisiones
de radio. Esto no habría sido de mayor importancia si no fuera porque, al no
haber sido pensadas inicialmente con este fin, las instalaciones eléctricas no
se encontraban debidamente aisladas para el transporte de datos y actuaban a
modo de antena emitiendo gran cantidad de datos que interferían en gran medida
con las transmisiones de radio en dichas frecuencias.
La
transición hacia las redes caseras
A pesar del
fracaso del PLC como medio de acceso a la Red, la experiencia con esta
tecnología no fue en vano y propició la aparición de kits para crear una red
LAN a través de la instalación eléctrica. Al tratarse de un entorno mucho
más pequeño y controlado, la transmisión de datos resulta mucho más estable y
presenta menor cantidad de interferencias.
El sistema
para poner en marcha una red es sencillo, debemos adquirir un kit con al menos
dos adaptadores, dependiendo del número de equipos que deseemos conectar.
Conectaremos uno de ellos a nuestro router mediante un cable Ethernet
y a la red eléctrica. En el otro extremo de nuestra conexión, haremos lo propio
con el PC, videoconsola o equipo que deseemos agregar a la red.
Otra
solución consiste en conectar el adaptador a un punto de acceso WiFi en
lugar de hacerlo directamente al equipo, permitiéndonos así ampliar la
cobertura de nuestra red a zonas donde la señal de nuestro router principal
resulta insuficiente. Las posibilidades son muy variadas, en definitiva,
podemos pensar en nuestra conexión PLC del mismo modo que un cable Ethernet
tradicional, solo que no necesitaremos cruzar el cable a través de toda la
casa.
Una tecnología polivalente
Hemos podido
ver que lo más común es la utilización de los sistemas PLC ligados a una
interfaz Ethernet. Sin embargo, en los últimos años, han aparecido nuevas
versiones que nos ofrecen una mayor versatilidad y variedad de opciones a la
hora de diseñar nuestra red. Esto nos demuestra que estamos ante una tecnología
en constante evolución y a la que aún le queda mucho por ofrecernos.
Aunque la
mayoría de adaptadores funcionan a través de un conexión RJ45, si
nuestro equipo no dispone de este tipo de conectividad, a día de hoy, podemos
encontrar soluciones a través de USB, como Devolo dLAN 200 AV USB Extender.
Por otro lado, si lo que deseamos es deshacernos totalmente de los cables para
mayor comodidad, existen dispositivos híbridos, como Devolo dLAN Wireless
extender, el cual, en lugar de aportar una conexión Ethernet,
transmite como si de un punto de acceso WiFi se tratara, llevando la
cobertura a lugares de la casa de otra manera inaccesibles.
PLC vs WiFi
A pesar de
tratarse de dos tecnologías que realizan una función similar, no son
excluyentes, sino todo lo contrario, podemos combinarlas en nuestra red,
obteniendo así unos resultados óptimos. La principal razón de ser del PLC es
permitirnos llevar la conexión a cualquier punto de la casa donde exista un
enchufe sin necesidad de tirar ningún cable. Esto nos permitirá alcanzar una
mayor distancia que el WiFi debido a que no importa el número de paredes de
separación exitentes, pues la señal no se verá afectada por ellas.
La velocidad
de un buen PLC puede ser de hasta 1 Gbps, muy superior a la de una conexión
WiFi, la cual, según los estándares IEEE 802.11 (b, g y n), trabajaría a
una velocidad de 11, 54 y 300 Mbps. En todo caso, como sabemos por experiencia,
hay que tener en cuenta que la velocidad real siempre será inferior en ambos
casos, ya que se trata de la velocidad máxima alcanzable en condiciones
ideales.
La latencia
en una red HomePlug por lo general será un poco mayor que en una red
Ethernet y menor que en el caso del WiFi. Éste es un aspecto que es muy
apreciado por aquellos que disfrutan de los juegos on-line. Como
desventaja debemos tener en cuenta que, al instalar un dispositivo PLC,
ocuparemos una toma de corriente, ya que es recomendable realizar una conexión
directa y no a través de una regleta.
En el caso
de vernos forzados a usarla, asegurémonos que sea de buena calidad o el
rendimiento de nuestra conexión se verá afectado. Finalmente, la principal
ventaja de una conexión WiFi es la comodidad, ya que nos libera totalmente de
cables, resultando ideal para la conexión de un portátil o dispositivo móvil.
Encriptación
y seguridad
Todos
debemos estar alerta del peligro que entraña disponer de una red inalámbrica al
alcance de cualquiera. Los sistemas de cifrado WEP y WPA se encargan de
velar por la privacidad de nuestros datos en una red WiFi; pero, ¿qué
pasa en una red PLC? ¿Acaso no puede acceder cualquier vecino a nuestra
red? A pesar de que existe la posibilidad de que nuestra señal llegue hasta la
toma de corriente de otro piso, es altamente improbable debido a que los
contadores y cajas de distribución actúan como barreras para la señal.
Por
supuesto, no podemos dejar al azar este tema. Es por ello que todos los
dispositivos incluyen un sistema de encriptación AES de 128 bits en los
últimos estándares y sistemas algo más débiles en los más antiguos. Una vez
tengamos conectados los distintos adaptadores, deberemos sincronizarlos
pulsando un botón. De esta manera, se reconocerán unos a otros compartiendo la
misma clave de seguridad que permitirá la comunicación entre ellos.
La
comparativa
Para
realizar las pruebas, hemos utilizado dos equipos corriendo sobre el sistema
operativo Windows 7, uno haciendo de servidor FTP y otro de
cliente. Hemos obtenido la velocidad de transferencia media usando un archivo
de gran tamaño y gran cantidad de archivos de pequeño tamaño.
Además,
hemos logrado dos mediciones diferentes, una en una situación normal de un
hogar y otra introduciendo interferencias a través de regletas o conectando
aparatos eléctricos de gran consumo en la red. En todos los casos, se han
conseguido velocidades inferiores a las indicadas por el fabricante, esto es
debido a que éstas solo se alcanzarían en condiciones ideales de
funcionamiento, algo que, en la práctica, no va a ocurrir nunca.
Otros
factores importantes en la calificación de los productos han sido la
estabilidad de la conexión, información aportada por el dispositivo a través de
LED informativos o pantallas LCD y el software incluido para controlar y
vigilar nuestra red.
Ventajas
|
Inconvenientes
|
Conexión
en cualquier enchufe
|
Rendimiento
dependiente de la instalación eléctrica
|
Puede
alcanzar altas velocidades
|
Interferencias
|
Baja
latencia
|
Necesidad
de un adaptador por toma
|
Configuración
sencilla (PnP)
|
Baja
compatibilidad entre los distintos
adaptadores |
Muy segura
(Encriptacion 128 bits AES)
|
Recomendación
de ocupar un enchufe
|
La opinión de Reparaciones Pc-2012: una alternativa olvidada.
A pesar de
no ser la opción más popular, el PLC se muestra como una posibilidad más
que razonable para construir nuestra red doméstica, pudiendo incluso obtener
mayor velocidad y rango de acción que una red WiFi. Antes de sacar
conclusiones, debemos tener en cuenta que las soluciones analizadas, si bien
eliminan el tramo más largo y molesto de cable, no pueden considerarse como
inalámbricas, ya que la conexión final del equipo se realiza a través de una interfaz
Ethernet.
Por ello, si
nuestro objetivo es obtener una total movilidad, deberemos orientarnos hacia
WiFi o hacia soluciones híbridas. Sin embargo, en condiciones habituales, las
ventajas de rendimiento y cobertura superan este inconveniente, por lo que
debemos evaluar cuáles son nuestras necesidades antes de tomar una decisión.
Disparidad
de resultados
A pesar de
que la velocidad de transferencia teórica en la mayoría de los dispositivos
analizados, es de 200 Mbps, hemos obtenido resultados muy diversos,
especialmente al introducir ruido en la línea. El único modelo que se desmarca
en velocidad es Belkin Gigabit, que obtiene una tasa de transferencia
que sobresale por encima del resto, sin embargo, la diferencia no resulta todo
lo abrumadora que cabría esperar, teniendo en cuenta que dispone de cinco veces
más potencia. Muy de cerca le sigue el Kit de Devolo.
En
circunstancia problemáticas, sin embargo, tenemos un claro ganador, dLAN 200
AVsmart+, seguido un escalón por debajo por el conjunto de Sitecom,
que nos ha sorprendido con un rendimiento global muy bueno. Los peor parados en
estas pruebas son curiosamente el ganador de la anterior, el producto de Belkin,
que acusa una pérdida de rendimiento del 70%, y el de Conceptronic, que
ha caído por debajo de límites aceptables.
Las temidas
interferencias
Es un hecho
que las sobrecargas y alteraciones en la red eléctrica afectarán el rendimiento
de nuestra conexión, no podemos evitarlas, pero sí disminuirlas siguiendo unas
sencillas reglas básicas como no utilizar una regleta. Por ello, son totalmente
recomendables los dispositivos que incorporan una toma de corriente, como el
kit dLAN 200 AVsmart+ de Devolo y el ePlug PassThru de Hercules.
El aumento
de potencia del estándar HomePlug AV, ha venido a solventar en parte
este problema, ya que, al mostrar velocidades de transferencias superiores, la
disminución de rendimiento resulta de menor gravedad que en versiones
anteriores. Si bien este aumento de velocidad en condiciones normales no es
directamente proporcional cuando introducimos ruido, como hemos visto con el Kit
Belkin Gigabit.
Lo mejor: la
instalación al alcance de cualquiera
La
instalación de todos los dispositivos resulta de una sencillez extrema, resultando
aptos para todo tipo de usuarios, incluidos los menos experimentados. Devolo
dLAN 200 AVsmart+ destaca sobre el resto, obteniendo un producto
perfectamente acabado, de gran rendimiento y sin puntos flacos, aunque a un
precio elevado. Con un coste algo más comedido encontramos el Powerline AV
200 de Netgear que cumple a la perfección y que nos sorprende con un
software de administración por encima de todos sus competidores
Lo peor: No
soportan bien el ruido en la línea
El mayor
enemigo de esta tecnología son las interferencias, todos los productos, sin
excepción, se resienten ante su aparición, si se consiguen filtrar de manera
adecuada, estaremos ante el verdadero despegue de estos sistemas que, aunque
llevan años con nosotros, aún tienen un largo recorrido por delante.
No existe
nada más frustrante en una conexión de red que sufrir cortes continuos, algo
que nos ha ocurrido con el Belkin Gigabit y que lastra su nota. Sería de
agradecer una mayor protección frente a las interferencias para solventar las
deficiencias de un producto con un potencial enorme.
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